Antes de entrar en las herramientas, entendamos el contexto. Las universidades están cada vez más estrictas con la originalidad de los trabajos académicos. Usan programas como Turnitin, Urkund o PlagScan, que detectan hasta los más mínimos parecidos con otras fuentes.
Lo más preocupante es que incluso si no copias directamente, podrías estar cometiendo “plagio por descuido”:
- Falta de comillas en citas textuales
- Parafraseo demasiado similar al original
- Reutilizar trabajos anteriores sin autorización
¿La consecuencia? Suspensión del proyecto, pérdida de convocatoria o incluso sanciones disciplinarias.